Hoy en El Rincón de Chozas, vamos a proponer una tarta
japonesa de queso, que es una delicia por su esponjosidad y ligereza.
Ingredientes:
50 ml de leche.
140 gr de queso crema.
40 gr de mantequilla.
50 gr de harina.
15gr de maicena.
5 yemas de huevo.
5 claras de huevo.
100 gr de azúcar.
Pizca de sal.
Preparación:
Lo primero es poner en una bandeja onda en el horno con
un par de centímetros de agua, a 170ºC para que se precaliente mientras
preparamos la tarta. Otro detalle a tener en cuenta es que ya que esta tarta la
haremos al baño maría, es conveniente si usáis un molde desmontable como es mi
caso, que protejamos la base de este para evitar que entre agua y se nos mezcle
con el relleno de la tarta, estropeándola.
Ponemos a calentar a fuego mínimo en un cazo, la leche
junto con el queso crema y la mantequilla con una pica de sal, y removemos constantemente con unas
varillas, hasta conseguir que todos los ingredientes se fundan y queden bien
mezclados. Retiremos del fuego, y en caliente añadimos la harina tamizada
y la maizena, batimos con la varilla hasta
que la mezcla esté suave, espesa y bien mezclada, sin grumos. Ahora añadimos
las yemas de cinco huevos y volvemos a mezclar de nuevo y reservamos.
Es el momento de montar las claras de huevo, y cuando estas empiecen a espesarse, iremos añadiendo el azúcar en
tres partes, mientras que seguimos batiendo con las varillas, hasta que nos
quede una consistencia de cuando las retiremos nos deje picos espesos en la
superficie.
Cogemos un tercio de las claras y las añadimos a mezcla
anterior que tenemos reservada, y con movimientos envolventes con mimo, las integramos,
y vamos añadiendo el resto de las claras montadas poco a poco con movimientos
envolventes, procurando siempre una mezcla homogénea y sin grumos.
Una vez tenemos toda la mezcla lista la volcamos en
nuestro molde previamente engrasado con un poco de mantequilla, lo colocamos
sobre
la bandeja con agua que tenemos en el horno
precalentado con anterioridad, para hacer nuestro pastel al baño maría
durante unos 50 a 60 minutos a 175ºC o 180ºC, dependiendo de vuestro horno. Trascurrido
este tiempo, apagamos el horno y dejamos reposar durante 10 minutos, lo sacamos
y dejamos enfriar, después desmoldamos y listo para servir.